HORACIO ARCHUNDIA
MORENA, CARTAS EN MANO. Ha arrancado en algunos de sus niveles el proceso electoral, por lo que en breve los partidos deberán presentar sus aspirantes y sondear la opinión pública con objeto de evaluarlos y decidir quiénes serán los abanderados a los distintos cargos en el ámbito local yfederal.
En el caso de Manzanillo, por ejemplo, Morena es el instituto político que más cartas puede barajar, toda vez que es el partido del momento y en el poder.
Y es que en tanto la oposición muestra simpatía por dos pretendientes nada más, Morena tiene varios cuadros de los que pudiera echar mano en cualquier escenario político que se presentase:
Rosi Bayardo, directora del DIF estatal, es la más mencionada como aspirante a la presidencia municipal. Su trabajo dinámico e intenso por todo el Estado, y por todo el territorio municipal, encabezando eventos masivos de asistencia social, participando en reuniones y acuerdos con diferentes sectores sociales e interviniendo en acciones en distintos ámbitos del sector productivo y empresarial, la convierten en la más vista e identificada de cuantos buscan la sucesión en la alcaldía. Existe una tendencia marcada en favor de Rosi Bayardo y podría decirse que se le considera la candidata virtual.
Pero no es Bayardo la única carta que tiene Morena. Recuérdese que en caso de concretarse la alianza con el Partido Verde, y de presentarse otro opción para la participación de Rosi Bayardo en el proceso, la Senadora Gabriela Benavides es una aspirante seria a suceder a Griselda Martínez. No es casual que la alcaldesa en funciones y su secretaria, Martha Zepeda, hayan emprendido una campaña feroz contra Benavides, que no tiene otro objetivo que desacreditarla y eliminarla de la posible contienda interna para favorecer, -al menos eso creen-, a Zepeda. Benavides tiene boleto, pues, en la lucha.
La misma Martha Zepeda, en tanto no se fijen las reglas del proceso , y mientras no se le impida legalmente participar, como parece que será, debido a sus errores jurídicos, sigue siendo una carta de la que Morena podría echar mano en una negociación.
Y qué decir del líder de la Unión de Estibadores y Jornaleros del Pacífico -CROM-, Gustavo Larios Uribe, cuya fuerza política y electoral es real, y que en el proceso de 2021 ya dio prueba de su peso político participando activa y decididamente en la campaña de la gobernadora Indira Vizcaíno y contribuyendo decisivamente al triunfo de ella misma y de la alcaldesa porteña, muy a pesar de que ésta no reconoce ni agradece la ayuda de tanta gente que de no haber intervenido en su favor, habría perdido frente al panista Jorge Luis Preciado.
Gustavo Larios representa un liderazgo genuino, fuerte, que tiene más de siete mil trabajadores agremiados a la Unión. Su potencial político es bien conocido en Morena y en otros partidos, lo que abre la posibilidad de que, en caso de que por razones jurídicas electorales no fuese Rosi Bayardo la candidata, pudiera Gustavo Larios resultar abanderado con grandes probabilidades de ganar irrefutablemente la elección. No debe desdeñarse el supuesto bien fundado de que Gustavo no solo representa siete mil trabajadores, sino también a sus familias, lo que garantizar muchos miles de votos.
Es decir: Morena tiene cuatro nombres disponibles para cuando se necesiten. La que menos posibilidades tiene es Martha Zepeda, por la complicada situación en la que se halla inmersa, y los que mayores elementos a favor tienen son Rosi Bayardo y Gustavo Larios, porque Benavides provendría de un arreglo cupular, aunque no descartado.
Expuesto lo anterior, es conveniente preguntar: ¿Y a quién tiene la oposición? La respuesta es rápida: Solo dos nombres, -de varones ambos-, «suenan» como aspirantes del Frente Amplio por México: Alberto Medina, que ya fue líder sindical, regidor y dirigente partidista, y Guillermo Topete, que goza de gran simpatía en muchos sectores de la población y que ha descollado como empresario, líder campesino y regidor. De ellos hablaremos en la próxima entrega.
POR HOY, BUEN DÍA.